En 2019, con apenas 28 años, fue reconocida como la Mejor Chef Mujer del Mundo (y la más joven) por la academia de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, ubicándose al mismo nivel de Elena Arzak, Anne-Sophie Pic, Nadia Santini, Helena Rizzo, Dominique Crenn y otras personalidades reconocidas con el mismo galardón.
Durante casi 10 años la originaria de CDMX vivió al ritmo ajetreado de Nueva York, liderando las cocinas de Cosme y Alta, de la mano de Enrique Olvera.
Con la pandemia dio el salto a Washington, donde cultivó su propia milpa en Lummi Island y compartió la cocina del Willows Inn con su esposo, Blaine Wetzel. Ahora, la joven chef planea la apertura de su propio restaurante Rubra en Punta de Mita, Nayarit.
«El sueño americano es México. Uno chambea para regresar a México. Yo me fui a Estados Unidos cuando tenía 11 o 12 años, por decisión de mis papás. Empecé a chambear desde muy joven en la cocina, todos mis amigos eran cocineros, lavalozas, DJ’s, fotógrafos y más, pero teníamos en común el amor por nuestro País», comparte la egresada de Le Cordon Bleu of Culinary Arts (Texas).
«Cuando escuchas mariachis o una canción ranchera en Estados Unidos lloras de amor y cantas con mucha alegría porque, en realidad, quieres estar en tu País, pero a veces por necesidad estás en otro lugar», reconoce la chef, quien pasó por los fogones de Nicos y Pujol en CDMX.
Tras recorrer los mercados mexicanos, llevó a Estados Unidos las recetas representativas reinterpretadas a su manera. Ahora quiere contar historias con cocuixtle (fruta endémica), café nayarita, raicilla, carambola y otros ingredientes de la región para promover la biodiversidad local.
«Amo la Ciudad de México, pero luego de vivir casi 10 años en Nueva York preferimos un lugar más chiquito, y por eso estaremos en este rooftop con vista al mar. Me gusta estar cerca de la naturaleza, es importante para mí. Vamos a tratar de hacer un huerto. Lo que crezca en la tierra nos va a decir qué cocinar. Todo dependerá de la temporada y tendremos clásicos.
«Vamos a tener una onda tropical, fresca y divertida, mucho marisco y mucho vegetal. Pero nosotros no llegamos a un lugar con nuestro recetario, nunca haríamos eso porque como persona creativa te mueres. Tienes que estar en el lugar, sentirlo, vivirlo, probar todos los ingredientes y volverte niño otra vez, saber qué te gusta y qué no. Qué le gusta a la gente local», adelanta la chef, quien elaboró un menú a cuatro manos con Francisco Ruano, para celebrar el décimo aniversario del restaurante tapatío Alcalde.
Los chefs sirvieron camote de cerro, abulón y kosho de guayabilla silvestre; gaznate de centollo y shiso; callo de hacha, trufa y finger lime; gusanas, cuajo de leche de oveja y alga codium; betabel, ruibarbo y pasilla mixe; terrina de manitas, dashi de tocino, salsa macha, chichayote y calamar; curry massaman de borrego terminado como chileatole, tamal de camote y romero, y foie, chocolate blanco tostado, chicatana garapiñada y macadamia.
En dos turnos, comida y cena, los comensales disfrutaron del menú maridado con RGNY Sparkling White, RGNY Viognier, RGMX Naranja y RGMX Malbec.
Vía Reforma