Deserción en el PRI Puebla: 11 militantes abandonan el partido en 15 días
En un sorprendente giro de eventos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Puebla ha perdido a 11 de sus prominentes miembros en las últimas dos semanas, incluyendo seis legisladores locales y cinco alcaldes. La desbandada de militantes ha dejado al descubierto una profunda brecha de identidad partidista, atribuida a las acciones de las dirigencias nacional y estatal.
La primera en tomar la decisión de renunciar fue la diputada Silvia Tanús Osorio, quien, después de 50 años de militancia, optó por dedicarse a la consultoría política y gubernamental de manera independiente, desvinculándose del PRI. Además, solicitó a la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) mantener su posición como diputada sin partido dentro del Congreso local.
Este miércoles, cinco diputados más, Jorge Estefan Chidiac, Juan Enrique Rivera Reyes, Laura Ivonne Zapata Martínez, Adolfo Alatriste Cantú y Norma Sirley Reyes Cabrera, siguieron el mismo camino, renunciando para evitar una posible expulsión. Se les acusa de haberse separado de su bancada y de presuntamente operar a favor de Morena.
La decisión de estos legisladores fue respaldada y secundada por cinco presidentes municipales: Guadalupe Vargas Vargas de Xicotepec, Aurelio Flores Solano de Guadalupe Victoria, José Luis Márquez Martínez de Zacatlán, Manuel Orato Vélez de San Salvador El Seco y Emiliano Vázquez Bonilla de Zapotitlán de Méndez.
La deserción masiva plantea interrogantes sobre la unidad interna del PRI en Puebla y la efectividad de sus dirigencias para mantener a sus miembros. Las críticas se centran en la pérdida de identidad partidista y en la presunta falta de cohesión que ha llevado a esta ruptura.
La situación podría tener repercusiones significativas en el escenario político local, dejando al PRI en una posición más vulnerable y generando oportunidades para otras fuerzas políticas, en especial para Morena, que ha sido señalado como el principal beneficiario de esta desbandada.
El PRI Puebla enfrenta ahora el desafío de restaurar su imagen y reconstruir la confianza interna para evitar más deserciones. Mientras tanto, la escena política local está en pleno cambio, con las repercusiones de estas renuncias aún por desarrollarse.