El calor extremo, desafío clave en los Juegos Olímpicos de París 2024
Los Juegos Olímpicos de París 2024 se enfrentarán a un rival inesperado: el calor extremo. Este evento deportivo se desarrollará bajo condiciones climatológicas similares a las registradas durante la histórica ola de calor de 2003, lo que representa importantes riesgos para la salud de los competidores. Así lo revela el informe ‘Rings of fire: heat risks at the 2024 Paris Olympics’, elaborado por la Asociación Británica para el Deporte Sostenible y Atletas Líderes, en colaboración con Climate Central y Front Runners.
Impacto del cambio climático en el deporte
El informe reúne opiniones de deportistas olímpicos, expertos en clima y fisiólogos, quienes analizan la amenaza que representan las altas temperaturas en el ámbito deportivo. Según el estudio, la temperatura media en París durante los meses de verano se ha incrementado 3.1°C desde 1924, año de los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Francia. Además, la ciudad ha experimentado 50 olas de calor entre 1947 y 2023, con una frecuencia e intensidad crecientes debido al cambio climático.
Olas de calor similares a la de 2003
Las olimpiadas de 2024 se llevarán a cabo bajo condiciones similares a las de la histórica ola de calor de 2003, que provocó la muerte de más de 14,000 personas. En aquel momento, la temperatura máxima alcanzó los 39.5°C. Ahora, los veranos extremadamente calurosos como ese son diez veces más probables debido a la crisis climática.
Riesgos para la salud de los atletas
Los científicos advierten que un aumento de 0.5°C en la temperatura corporal puede incrementar los latidos del corazón en hasta 10 palpitaciones por minuto. Los atletas de alto rendimiento que se exponen a climas particularmente cálidos corren el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares. La insolación y el agotamiento por calor son trastornos que generan gran preocupación entre los preparadores físicos.
Desafíos adicionales: interrupción del sueño
La interrupción del sueño es una de las principales inquietudes de los atletas, especialmente ante la falta de sistemas de aire acondicionado en la Villa Olímpica. Durante la última década, se contabilizaron en París 84 noches tropicales, aquellas en las que la temperatura mínima es mayor a 20°C, en comparación con solo cuatro noches tropicales entre 1924 y 1933.
Llamado a la acción por parte de los líderes deportivos
JK Tuwei, presidente de Athletics Kenya, subraya que «como mínimo, los impactos del calor colocan a los deportistas en desventaja competitiva». Si no se actúa con urgencia para abordar el cambio climático, incidentes como el colapso de atletas durante o después de las competiciones podrían ser más frecuentes.
Recomendaciones para mitigar los efectos del calor extremo
El informe presenta una serie de recomendaciones para mitigar los efectos del calor extremo y garantizar la seguridad de los participantes, espectadores y personal de apoyo durante las Olimpiadas de París y eventos futuros. Entre las sugerencias se incluyen:
- Establecer pautas claras para posponer o cancelar competencias debido a altas temperaturas.
- Ajustar el calendario de eventos a las horas más frescas del día.
- Proporcionar áreas de hidratación y descanso con aire acondicionado.
- Ofrecer información sobre los síntomas del estrés por calor a equipos médicos, atletas y asistentes.
- Evaluar las relaciones comerciales con empresas de combustibles fósiles.
Respuesta del Comité Olímpico Internacional
El Comité Olímpico Internacional (COI) afirmó en una declaración retomada por The Verge que muchas de estas cuestiones se abordan en la ‘Declaración de consenso sobre recomendaciones y regulaciones para eventos deportivos en condiciones de calor’. Publicado en 2022, este protocolo establece prácticas para garantizar la seguridad de los atletas, incluyendo la transparencia sobre los riesgos ambientales y medidas preventivas y de atención médica para enfermedades relacionadas.
Lord Sebastian Coe, presidente de World Athletics, concluye que «dado que las temperaturas globales siguen aumentando, el cambio climático debería verse cada vez más como una amenaza existencial para el deporte».
En resumen, el calor extremo se perfila como uno de los mayores desafíos para los Juegos Olímpicos de París 2024, destacando la necesidad urgente de considerar los efectos del cambio climático en el diseño de eventos deportivos futuros.