El Sur de México: magnetismo para inversiones Taiwanesas y la industria de semiconductores
La ubicación estratégica al sur de México se convierte en un imán para las empresas taiwanesas, especialmente aquellas del sector de semiconductores, según Miriam Acuña, economista en jefe de Grupo Bursátil Mexicano (GBM). La intensidad de uso de agua por parte de estas empresas ha llevado a considerar regiones con acceso directo al recurso hídrico, siendo el sur del país una opción atractiva.
Movimientos de empresas taiwanesas en México
Con la reconfiguración de las cadenas de suministro tras la pandemia, empresas taiwanesas, en particular aquellas dedicadas a la fabricación de Placas de Circuito Impreso (PCB), están trasladando sus capacidades productivas. México, en especial el sur, emerge como destino preferido, no solo por su proximidad a Estados Unidos sino también por las inversiones estadounidenses destinadas a reducir la dependencia de China en la industria de semiconductores.
Inversión y desarrollo de infraestructura
El gobierno mexicano se encuentra en conversaciones con la industria taiwanesa para ampliar la cadena de suministro de PCB en México. Se prevé que la ubicación de naves productivas en el sur del país impulse la inversión en infraestructura, facilitando una conexión directa con la Costa Este de Estados Unidos. Proyectos como la expansión del Puerto Progreso en Yucatán reflejan estos esfuerzos.
Guerra de chips y competencia con el sureste asiático
La competencia por atraer empresas que se desplazan desde China, conocida como la «guerra de los chips», tiene en México un competidor clave en el sureste asiático. La inversión en la industria de semiconductores se ha convertido en un factor estratégico, no solo para el desarrollo económico sino también para la posición geopolítica de México.
Retos de la industria de microprocesadores en México
Sin embargo, la atracción de empresas dedicadas a la fabricación de microprocesadores enfrenta desafíos significativos. La crisis hídrica en México, exacerbada por actividades agrícolas e industriales, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de estos proyectos. La producción de microprocesadores requiere grandes volúmenes de agua, y la escasez y la competencia por este recurso son factores críticos.
Planificación y desafíos locales
A pesar de la ambición del gobierno mexicano de atraer inversiones, la distribución desigual de recursos hídricos y la falta de infraestructura en algunas regiones plantean preguntas sobre la viabilidad a largo plazo. Proyectos como el «Plan Sonora» y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se enfrentan a críticas relacionadas con la disponibilidad de agua y la competencia con otras necesidades.
Necesidad de estrategias sostenibles
Ante la alta demanda de agua por parte de la industria de microprocesadores, se hace necesario un enfoque integral. La reutilización del agua tratada y la implementación de planes maestros subregionales podrían ser soluciones, pero la planificación debe considerar el equilibrio entre el desarrollo industrial y la conservación del agua, garantizando la sostenibilidad a largo plazo.
En resumen, mientras México busca consolidarse como un destino atractivo para las inversiones de empresas taiwanesas, la gestión sostenible del agua emerge como un factor crítico que requerirá soluciones innovadoras y colaboración entre sectores público y privado.