Diputados aprueban reforma que transfiere la Guardia Nacional a la Sedena

Diputados aprueban reforma que transfiere la Guardia Nacional a la Sedena

La Cámara de Diputados aprobó con 362 votos a favor y 133 en contra la reforma constitucional que transfiere la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), convirtiéndola en una fuerza bajo mando militar. La iniciativa, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como parte de su “Plan C”, busca fortalecer la institución y blindarla de la corrupción. La oposición argumenta que este cambio representa un peligroso avance hacia la militarización de la seguridad pública en México.

Morena y aliados aprueban traspaso de la Guardia Nacional al mando militar

La votación y sus implicaciones

La reforma fue avalada en lo general con una amplia mayoría de Morena y sus aliados del PT y PVEM, quienes promovieron cambios a varios artículos de la Constitución. La modificación más destacada es la del artículo 21, que oficializa que la Guardia Nacional (GN) dependerá de la Sedena, otorgándole un carácter militar y la facultad de investigar delitos dentro de su competencia.

Los artículos reformados también incluyen disposiciones sobre la coordinación de la GN con otras instituciones policiales y el Ministerio Público, buscando consolidar un Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Oposición advierte sobre militarización tras aprobación de la reforma

Grupos parlamentarios del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano criticaron duramente la reforma, alertando sobre una creciente militarización de la seguridad. La diputada Laura Ballesteros (MC) expresó: “Esto representa una violación a los principios democráticos de un gobierno civil. La Constitución está siendo modificada para militarizar la seguridad, la infraestructura, y otros ámbitos del país”.

Por su parte, el diputado Héctor Saúl Téllez (PAN) acusó al oficialismo de contradecir sus propias posturas anteriores: “Muchos de ustedes se pronunciaron en contra de la militarización en el pasado, pero hoy están votando a favor de ella”.

Guardia Nacional será controlada por Sedena tras reforma constitucional

En respuesta, diputados de Morena defendieron la medida, argumentando que la Guardia Nacional requiere un marco legal y constitucional más sólido. Ricardo Mejía Berdeja, ex subsecretario de seguridad, explicó que esta reforma busca evitar que la GN siga el camino de la extinta Policía Federal, la cual, según Mejía, fue corrompida por mandos corruptos como Genaro García Luna.

“El objetivo es garantizar que la Guardia Nacional mantenga la disciplina, el control y el orden necesarios para su funcionamiento, evitando los errores del pasado y fortaleciendo su permanencia a largo plazo”, añadió Mejía.

Cambios adicionales y el papel de la SSPC

Un aspecto relevante de la reforma es que, aunque la Guardia Nacional será parte de la Sedena, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) seguirá siendo responsable de diseñar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, la cual será ejecutada por la GN. Esto busca, según el oficialismo, mantener cierto equilibrio entre la seguridad pública civil y militar.

Además, se estipula que los miembros de la extinta Policía Federal que fueron integrados a la GN serán cesados y adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública, conservando sus derechos laborales adquiridos.

Críticas adicionales y contexto histórico

La sesión fue marcada por una constante confrontación entre los grupos políticos. Diputados de Morena recordaron la corrupción y violencia desatada durante el gobierno de Felipe Calderón, enfatizando que esta reforma subsana las fallas de las políticas de seguridad anteriores. Por otro lado, legisladores del PAN señalaron la incongruencia del gobierno actual, que en el pasado se oponía a la militarización, y ahora busca consolidarla.

Con esta aprobación, el presidente López Obrador consolida una de sus reformas más importantes antes de entregar el poder a su sucesora, Claudia Sheinbaum. La reforma ha sido catalogada como un paso crucial en la estrategia de seguridad del Gobierno, aunque sigue siendo objeto de fuerte debate sobre el impacto que tendrá en la militarización del país.

Valentina Rodríguez

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