En busca de seguridad y representación: La comunidad LGBT+ alza la voz tras crímenes de odio
En un contexto marcado por recientes tragedias, la comunidad Lesbiana, Gay, Bisexual y Trans (LGBT+) en Puebla ha levantado la voz exigiendo mayor seguridad y protección para quienes participan en la vida pública, especialmente de cara al proceso electoral de 2024. Esta demanda surge tras la lamentable muerte del magistrado electoral, Ociel Baena Saucedo, cuyo cuerpo fue encontrado en su domicilio en Aguascalientes.
Durante una rueda de prensa, activistas y defensores de los derechos de la comunidad LGBT+ expresaron su solidaridad y exigieron justicia para Baena Saucedo. Rodolfo Cortina, en representación del partido Movimiento Ciudadano, destacó la urgencia de que los próximos gobernantes construyan políticas públicas de seguridad específicas para esta comunidad.
«Los actores políticos que participaremos en posibles ejercicios electorales en 2024 solicitamos la protección necesaria para ser representados y poder caminar con la seguridad que se necesita», manifestó Cortina. En este sentido, se alentó a los interesados en el proceso electoral a solicitar formalmente defensa y protección al Instituto Electoral Estatal (IEE).
María José Flores Serrano, presidenta de la Asociación para la Protección de la Pluralidad Sexual y Derechos Humanos (APPS), instó a los partidos políticos a implementar acciones afirmativas que garanticen los derechos político-electorales de la comunidad LGBTIQ+. Señaló la importancia de asegurar que las llamadas «cuotas arcoíris» no sean meras simulaciones, sino una realidad que permita a la población diversa acceder a puestos de elección popular y participar activamente en los procesos de toma de decisiones.
En este contexto, la solicitud de seguridad y representación cobra relevancia, recordando casos como el de Melani N, una mujer transgénero hallada sin vida en el Centro de la ciudad de Puebla. La comunidad LGBT+ busca no solo justicia para los casos específicos, sino también medidas preventivas y estructurales que brinden un entorno seguro para su participación en la esfera pública.
En un llamado a la imparcialidad y objetividad, se espera que los próximos gobernantes y partidos políticos atiendan estas demandas, construyendo un espacio inclusivo y seguro para toda la población, sin distinción de orientación sexual o identidad de género.
Este clamor por seguridad y representación resuena en un momento crucial, marcando un desafío para las autoridades y actores políticos en la construcción de una sociedad más inclusiva y justa. La atención a estas demandas no solo es un imperativo moral, sino también un paso necesario hacia una democracia que realmente represente la diversidad de la sociedad que aspiramos a ser.
