Nuevos Factores de Riesgo de Alzheimer y Demencia: Prevención 2024
Un reciente estudio ha identificado la pérdida de visión y el colesterol alto como nuevos factores de riesgo de demencia. Estos descubrimientos se suman a una lista de 14 agentes que los científicos creen que pueden ayudar a prevenir cerca del 45% de los casos de pérdida de memoria. Más de 55 millones de personas en todo el mundo padecen alguna forma de demencia, siendo el Alzheimer la más común.
Informe de la Comisión Lancet sobre demencia 2024
El informe 2024 de la Comisión Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia, elaborado por 27 especialistas, advierte que el 7% de los casos de pérdida de memoria es atribuible a niveles elevados de colesterol en la mediana edad, mientras que un 2% está vinculado a casos de pérdida de visión no tratada. Los autores identificaron un total de 14 factores de riesgo asociados al Alzheimer y otros tipos de demencia.
Los 14 factores de riesgo identificados
Estos factores incluyen padecimientos y condiciones como:
- Presión arterial alta
- Discapacidad auditiva
- Bajos niveles de educación
- Tabaquismo
- Obesidad
- Depresión
- Inactividad física
- Diabetes
- Consumo excesivo de alcohol
- Lesión cerebral traumática
- Contaminación del aire
- Aislamiento social en la vejez
Impacto de los factores de riesgo en la población mundial
En conjunto, estas predisposiciones están presentes en el 40% de los pacientes diagnosticados con demencia en todo el mundo. Según la investigación, estos factores suelen estar agrupados, lo que significa que una persona puede experimentar varios de ellos simultáneamente. La discapacidad auditiva, los niveles educativos bajos y el aislamiento social son las variables con mayor impacto.
Oportunidades para reducir el riesgo de demencia
«Nuestro nuevo informe revela que hay mucho más que se puede y se debe hacer para reducir el riesgo de demencia. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para actuar», dijo Gill Livingston, profesora de psiquiatría en el Colegio Universitario de Londres y autora principal del estudio. «Existen oportunidades de generar un cambio en cualquier etapa de la vida. El progreso en la prevención y el tratamiento de la demencia se está acelerando».
La necesidad de más investigación
La comunidad científica califica los hallazgos como prometedores, pero advierte que aún no está del todo claro cómo ciertos factores de riesgo se relacionan con la demencia. Glen R. Finney, miembro de la Academia Estadounidense de Neurología, subraya la necesidad de ampliar la investigación alrededor de los mecanismos completos de estos agentes de predisposición. «Los hallazgos del estudio podrían resumirse en una combinación de promover el desarrollo físico y la salud cerebral, prevenir daños y mejorar la estimulación del cerebro, lo que en sí mismo ayuda a la salud y el funcionamiento del órgano».
Recomendaciones para la prevención de la demencia
Los investigadores aconsejan realizar actividades físicas regularmente, cuidar la alimentación, dejar de fumar, evitar el consumo de alcohol y realizar ejercicios que incentiven las funciones cerebrales. «Es necesario garantizar que haya una educación de calidad para todos y fomentar actividades que estimulen la cognición en la mediana edad. Resulta vital priorizar los entornos comunitarios que brinden apoyo a las personas mayores y reducir el aislamiento social facilitando la participación en actividades colectivas», señala el documento.
Importancia del apoyo gubernamental
Livingston añade que el apoyo de las autoridades gubernamentales es fundamental para reducir las desigualdades que aumentan el riesgo de desarrollar demencia. Hizo un llamado particular para atender este fenómeno en países de bajos ingresos y entre grupos socioeconómicamente desfavorecidos. «A medida que aumenta la esperanza de vida, el número de personas que viven con demencia en todo el mundo se incrementa. En general, alrededor del 45% de los casos de la enfermedad son potencialmente prevenibles abordando los 14 factores de riesgo modificables en diferentes etapas durante el curso de la vida», concluye el reporte.
Impacto económico de atender los factores de riesgo
Los especialistas añaden que atender estas recomendaciones podría tener un impacto significativo y positivo en las economías de muchas naciones. El Alzheimer tiene una repercusión económica considerable. Se calcula que en 2022 más de 11 millones de familiares y cuidadores no remunerados proporcionaron 18,000 millones de horas de cuidados a personas con la afección. El equipo dirigido por Livingston estima que atender seis de los 14 condicionantes en Inglaterra, por ejemplo, podría traducirse en un ahorro de 4.7 millones de euros al año en costos de atención médica y de cuidado.
Implementar estas recomendaciones puede marcar una diferencia crucial en la lucha contra la demencia a nivel global, no solo mejorando la calidad de vida de los pacientes, sino también aliviando la carga económica en sistemas de salud de todo el mundo.