Juez de EE. UU. declara a Google como monopolio ilegal en búsquedas
Casi un año después de que el Gobierno de EE. UU. llevara a Google a los tribunales, un juez ha declarado que la gigante tecnológica infringió las leyes antimonopolio. Un nuevo juicio determinará cómo se deberá sancionar a la compañía. Esta es la segunda sentencia adversa para Google en litigios antimonopolio.
Detalles del juicio y la sentencia
El juez de distrito de EE. UU., Amit Mehta, dictaminó que Google ha mantenido ilegalmente su dominio en las búsquedas en internet mediante acuerdos contrarios a la competencia. Estos acuerdos han impedido que sus rivales ganen terreno. Google, sin temor a la presión de sus competidores, ha logrado cobrar lo que ha querido por los anuncios en dichas consultas, según afirmó Mehta.
“La evidencia del juicio demostró firmemente que el poder de monopolio de Google, mantenido por los acuerdos de distribución exclusiva, ha permitido a la empresa incrementar los precios de los anuncios de texto sin ninguna restricción significativa de la competencia”, señaló Mehta en una sentencia de 286 páginas. “Los aumentos de precios sin restricciones han alimentado el espectacular crecimiento de los ingresos de Google y le han permitido mantener ganancias operativas elevadas y notablemente estables”.
La respuesta de Google y la perspectiva de los fiscales
Google apelará la decisión, argumentando que ofrece el mejor motor de búsqueda y que su éxito se debe a la calidad de su servicio, no a prácticas monopólicas. Kent Walker, presidente de asuntos globales de Google, manifestó en una declaración que la compañía luchará contra la sentencia.
Por otro lado, Merrick Garland, fiscal general de EE. UU., calificó la decisión como “una victoria histórica”. Jonathan Kanter, fiscal general adjunto, destacó que esta sentencia “prepara el camino a la innovación para las generaciones venideras”.
Acuerdos de distribución y su impacto en el mercado
El fallo se centra en los acuerdos de Google con socios como Apple y Samsung, que promueven su motor de búsqueda en sus dispositivos y software. Según Mehta, alrededor del 50% de las búsquedas en EE. UU. se realizan mediante productos cubiertos por contratos que el juez consideró ilegales. Apple representa aproximadamente el 28%, los fabricantes de dispositivos Android y los operadores de redes inalámbricas cerca del 19%, y las empresas de navegadores como Mozilla alrededor del 2%.
Consecuencias del fallo y ajustes futuros para Google
Aún no se ha determinado cómo deberá ajustar Google su negocio en vista de las sentencias de San Francisco y Washington. Mehta celebrará un juicio por separado para fijar las medidas correctivas en el caso del buscador. Google ha realizado algunos cambios en respuesta al escrutinio antimonopolio en los últimos años, aunque estos han sido costosos.
Primer juicio antimonopolio y su origen
El caso contra Google se remonta a la supervisión de la industria tecnológica bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. El DOJ demandó a Google en 2020, convirtiéndose en la primera de varias acciones legales contra las Big Tech en llegar a juicio.
El acuerdo entre Google y Apple en peligro
El fallo pone en jaque el acuerdo entre Google y Apple, valorado en unos 20,000 millones de dólares anuales. Este acuerdo ha sido clave para mantener el dominio de Google en las búsquedas, especialmente desde dispositivos móviles. Su ruptura podría redefinir el panorama de la industria tecnológica.
Posibles cambios en el mercado de buscadores móviles
Si Google pierde su acceso preferente a más de 1,000 millones de dispositivos iOS, se abriría la puerta a nuevos competidores en búsquedas móviles, especialmente en pleno auge de la IA generativa. Aunque Google podría beneficiarse si se implementa un remedio similar al aplicado por la UE con los navegadores, obligando a que el sistema operativo ofrezca opciones de buscador por defecto, lo que podría ahorrarle el pago multimillonario a Apple.
El futuro de Apple sin Google
Sin el acuerdo con Google, Apple podría desarrollar su propio motor de búsqueda. Su enfoque en privacidad y su vocación de ecosistema podrían ayudarle a acoger su propuesta, aunque competir contra Google sería un gran desafío.
Conclusiones y perspectivas futuras
Este caso marca un punto de inflexión en la regulación a las tecnológicas, proveniente esta vez de Estados Unidos, tradicionalmente más liberal con las empresas. Aunque Google tiene acuerdos con otros fabricantes y navegadores, la viabilidad de empresas más pequeñas como Firefox u Opera podría verse afectada si pierden los ingresos garantizados por Google.
Independientemente del desenlace, el fallo de Mehta señala un cambio significativo en la supervisión y regulación de las grandes tecnológicas, subrayando la necesidad de competencia justa en el mercado de búsquedas en internet y publicidad.