Olas de calor afectan la capacidad de las abejas para detectar flores

Olas de calor afectan la capacidad de las abejas para detectar flores

Las abejas son reconocidas como las principales polinizadoras del planeta, desempeñando un rol crucial en la reproducción de plantas y en la producción de alimentos. Sin embargo, el cambio climático, específicamente las olas de calor cada vez más frecuentes, está poniendo en riesgo esta función vital.

Olas de calor y su efecto en los receptores químicos de las abejas

Un reciente estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Investigación Agrícola, Alimentaria y Ambiental de Francia reveló que las olas de calor pueden afectar gravemente la capacidad de las abejas para detectar flores. Este estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, demostró que un aumento abrupto en la temperatura ambiental puede alterar los receptores químicos ubicados en las antenas de estos insectos. Estos receptores son fundamentales para que las abejas puedan localizar las flores de las que se alimentan.

El experimento, que incluyó a las especies Bombus pascuorum y Bombus terrestris, consistió en exponer a las colonias de abejas a una ola de calor simulada con temperaturas de 40 °C durante 2.75 horas. Tras esta exposición, se comprobó que las abejas perdieron hasta un 80% de su capacidad de respuesta a los compuestos florales, lo que indica una severa pérdida de quimiosensibilidad.

Consecuencias ecológicas de la disminución en la polinización

La reducción en la capacidad de las abejas para detectar flores podría tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas y la agricultura. Las abejas no solo obtienen su alimento de las flores, sino que al hacerlo, llevan polen adherido a su cuerpo, contribuyendo significativamente a la polinización. Este proceso es esencial para la reproducción de muchas plantas, y su interrupción podría afectar la producción de alimentos en todo el mundo.

Además, el estudio subraya que la recuperación de las abejas tras una ola de calor es inconsistente, lo que agrava aún más la situación. Dado que el año 2023 fue registrado como el más caluroso a nivel global, y considerando que las olas de calor podrían intensificarse en el futuro, es crucial evaluar y mitigar estos efectos para proteger a las abejas y garantizar la continuidad de los servicios ecosistémicos que proporcionan.

Un llamado a la acción en tiempos de cambio climático

Este estudio se suma a una creciente lista de investigaciones que muestran cómo el cambio climático está alterando los procesos ecológicos clave en nuestro planeta. Las olas de calor no solo están afectando a los humanos, con más de 50 mil muertes atribuidas al calor en Europa en 2023, sino que también están teniendo un impacto significativo en la fauna, incluyendo a los polinizadores esenciales como las abejas.

Es fundamental que se realicen más estudios para entender completamente las repercusiones del calentamiento global en las abejas y otros animales. Además, es imperativo desarrollar estrategias de mitigación para proteger a estos polinizadores y garantizar la estabilidad de los ecosistemas de los que dependemos.

En resumen, el impacto del cambio climático en las abejas es un claro ejemplo de cómo las olas de calor pueden alterar los sistemas naturales de formas inesperadas y peligrosas. Es hora de tomar medidas para proteger a nuestros principales polinizadores y, con ellos, el futuro de nuestra alimentación y biodiversidad

Valentina Rodríguez

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