Moody’s rebaja calificación de riesgo crediticio de Pemex a un paso del default
Moody’s, la agencia calificadora de riesgo crediticio, ha recortado la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a «ca» desde «caa3». Este cambio se atribuye a las mayores necesidades de liquidez, un aumento en el costo de capital y vencimientos de deuda elevados que enfrentará la estatal en los próximos 2 a 3 años.
Riesgos de negocio y dependencia del gobierno
En su comunicado, Moody’s señala que Pemex enfrentará «mayores riesgos de negocio» al expandir su capacidad de refinación y buscar aumentar su producción. La compañía, considerada la petrolera más endeudada del mundo, depende significativamente del apoyo gubernamental, lo que según la agencia, la expone a «mayores riesgos de negocio».
Moody’s también bajó la calificación de familia corporativa (CFR) de Pemex a B3 desde B1, así como las calificaciones respaldadas senior quirografarias de las notas existentes de la compañía. La agencia considera que la falta de medidas de Pemex para abordar riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo ha llevado a algunos bancos a limitar su exposición a la empresa.
La perspectiva negativa de la calificación refleja la expectativa de Moody’s de que, a menos que se realice una reforma estructural en la estrategia de negocio de Pemex, sus indicadores crediticios y la generación de flujo de efectivo sufrirán un mayor deterioro en los próximos tres años. Además, la posibilidad de un canje de deuda forzoso en los siguientes años y la dependencia de financiamiento externo para contrarrestar el flujo de efectivo negativo también se contemplan en la perspectiva negativa.
Impacto en el Mercado Financiero
Este recorte deja a Pemex a un escalón de ser considerada «Riesgo Sustancial de incumplimiento», y su situación financiera se vuelve más delicada. Moody’s destaca que la última revisión positiva de Pemex se remonta a julio de 2022, cuando pasó de Ba3 a B1 con perspectiva estable. La actual administración ha visto una disminución significativa en la calificación de Pemex desde su inicio, pasando de Baa3 a la actual B3.
Escenario Futuro y Posibles Cambios en la Calificación
Aunque Moody’s considera poco probable un escenario positivo, señala que la calificación podría mejorar si Pemex establece una estructura de capital más sostenible y demuestra una recuperación en su desempeño operativo y generación de flujo de efectivo. Sin embargo, el riesgo de una reestructuración de la deuda en caso de un canje forzoso podría llevar a más disminuciones en la calificación.
En conclusión, la rebaja de la calificación de Pemex por parte de Moody’s refleja los desafíos financieros y de negocio que enfrenta la estatal mexicana, resaltando la importancia de abordar estos problemas para evitar un mayor deterioro en su situación crediticia.