Senado aprueba por unanimidad reforma contra el matrimonio infantil en comunidades indígenas
En una histórica sesión, el Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma al artículo 2° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) para prohibir de manera definitiva el matrimonio infantil en las comunidades indígenas.
Con 76 votos a favor, la reforma busca proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes, priorizando su interés superior por encima de los usos y costumbres que vulneren su desarrollo integral.
La iniciativa, impulsada por las comisiones de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, y de Estudios Legislativos, Primera, establece que las prácticas de usos y costumbres no podrán ser utilizadas para justificar el matrimonio forzado de menores de edad.
Senadoras de diferentes bancadas celebraron la histórica decisión. La senadora Margarita Valdez (Morena) la calificó como una lucha histórica de las mujeres de izquierda, mientras que Josefina Vázquez Mota (PAN) lamentó las costumbres que atentan contra la niñez y las mujeres, reiterando que el matrimonio infantil es un delito.
La reforma ahora pasa a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación. En caso de ser ratificada, se deberá publicar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para entrar en vigor.
Esta medida representa un paso fundamental en la lucha contra el matrimonio infantil en México, un problema que afecta principalmente a niñas y adolescentes en comunidades indígenas, rurales y afrodescendientes.
De acuerdo con datos del INEGI, el Fondo de Población de la ONU y el Instituto Belisario Dominguez, en México 230 mil jóvenes de entre 12 y 17 años se encontraban casadas o unidas en 2020. Esta práctica tiene graves consecuencias en la salud, educación y desarrollo integral de las niñas, perpetuando la pobreza y la desigualdad.
La aprobación de esta reforma es un logro histórico para la defensa de los derechos de la niñez en México. Se espera que la Cámara de Diputados refrende este compromiso y que las autoridades federales y locales implementen medidas para garantizar su efectiva aplicación.
El Senado de la República ha dado un ejemplo de unidad y compromiso con la protección de las niñas, niños y adolescentes. Es un paso fundamental para construir un México más justo e igualitario para todas las personas.
